Thursday, February 9, 2012

La obsesión por los espacios

Muy aparte de quedar embobado con otra muestra de fútbol a nivel de espectáculo, hemos visto también, contenido táctico; y del bueno. Una lección de las otras muchas calificadas como irrepetibles. Los responsables de aquel mérito: el versátil Cesc y el inquietante Xavi sin balón.
Curiosamente fueron quienes marcaron los dos únicos goles del partido, en efecto, quienes dieron la clasificación al Barça a la final, pero el verdadero mérito; a mi opinión, no se lo ganaron por marcar, sino por llevar a cabo la mayor parte de responsabilidad en el ataque intensivo que tuvo el Barça frente al atrevido Valencia de Unai Emery.

Pinto
Puyol - Piqué - Mascherano - Abidal
Thiago
Cesc - Xavi
Alexis - Messi - Cuenca

Así planteó Guardiola el partido:
Puyol, su hombre más fiable; el encargado de parar aquellas embestidas del dúo Mathieu-Jordi. Mascherano, con la libertad de salir a anticipar cualquier recepción -el mejor para aquella labor- del gran Jonas.
Thiago, siendo el mejor por detrás del balón, ya se veía varias cosas por el cual iba a ser gran protagonista. Y teniendo un jugador así, aparecería Xavi en estado puro: maestro creando líneas de pase, cumpliendo apoyos, mientras Fábregas hacía casi el mismo rol -como jugador libre- pero ligeramente más vertical que Hernández. Muy pocas veces había jugado de interior y si de falso 9 hacía bien los roles de irse hasta zona media y dejar equilibrado el ataque, esta vez fue mejor ya que el equilibrio ya se había conseguido a base de campo abierto (4-3-3).

Messi; el que atrajo marcas, fue un tormento. Su efectividad demostró una vez más estar verde, pero su intensidad no cambia. Y Alexis fue el otro que luchó insesantemente. En defensa, un zaguero más, en ataque, una pesadilla cuando de marcarlo se trata.

En el otro bando, era más seguro que Unai iría a apostar por la valentía de sus jugadores más técnicos. Jonas, Banega, Mathieu, Alba y un poco, Feghouli, crearon constante situación por las bandas -que se veían obligados por una intensiva basculación-.
Hicieron tres cosas bien, a mi punto de vista:
-Solo en una ocasión, el experimento de situar a Jordi como lateral con Mathieu de fijador en banda. Aquel factor sorpresa quedó solo en intento.
-Las salidas con Banega fueron francamente buenas, pero la finalización no estuvo. Su límite de llegada opacó al argentino.
-Jonas de mediapunta fue una idea fructífera para crear apoyos a los ataques de banda, pero malísimo por el centro; por eso su clandestino movimiento para llegar a ser segunda punta. Aunque todo ese trabajo tuvo un problema gordo en frente: Mascherano.

Lástima que Valencia demostró toda su artillería los primeros 15 minutos, porque después el Barça hacía el encuentro a su ritmo.
No solamente fue mérito salir de aquella presión numérica, que no estuvo muy fina, sino porque, superado el primer intento, Mathieu y Fegholui prestaban demasiada atención a los laterales, Abidal y Puyol. Este punto dio paso a la exhibición de dos maestros en jugar sin pelota, Cesc y Xavi; y sus cómodas transiciones cuando el "desnudo" doble pivote se encargaba de frenarlos.

El Barça sabía el peso de estos 90 minutos, y vaya que no cuidó piernas ni un instante. Se mantuvieron en la línea y consiguieron el fútbol estupendo al que nos tiene acostumbrados. El estilo inquebrantable fue el discurso de los genios, con y sin balón. Merecidísimo resultado y seña de una eliminatoria difícil.

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