Monday, May 28, 2012

Bailes de antaño


Música entrañable. Me había olvidado su melodía. Bielsa me hizo recordar. La felicidad no llega solo con satisfacción, también con estilo, emoción y elegancia. Eso me lo demostró Pep.
El pasado viernes resonó un viento que hace mucho no gozábamos. El Barça retomó las piezas claves del 2009. Xavi, Iniesta. Sin duda, Pep se despidió a lo grande, y recordando al más sorpresivo Barça que alteró miles de transiciones defensivas rivales.
De eso mismo trató el partido. Marcelo planteó un 4-1-4-1 exigiendo  la marca personal por todo el campo. No tuvo claro que el Barça tiene diferente personalidad colectiva que el Man. U., y lo hizo. Amorebieta encima de Messi. Los laterales atentos a los extremos falsos, Llorente entre centrales, y ya sabemos el resto. Cubrir la espalda evitando el giro es complicadísimo, más si les dejas tocar por delante del balón.

Transición vasca 4+1
Presionar las salidas, recuerdo, se volvió la respuesta de cada fin de semana en el primer año. Rivales tras rivales caían porque los movimientos de Andrés y Xavi entre espacios era intratable. Y el apoyo en el mejor jugador extremo en ese entonces, centralizaba y alteraba la defensa contraria a las mil maravillas.
En el primer tiempo, las llegadas culés se originaron a partir del ataque vasco. Llorente a la cabeza, iba primero en un ataque de 5 hombres. Mascherano, como estuvo excepcional, quitó inmensidad de balones y consecuentemente desactivó a todos los hombres que acompañaban la jugada. Javi, solo en su línea, algunas veces se preocupó más en Iniesta -romper su pasillo contragolpeador-, u otra veces desorientado por el vértigo, simplemente quedó knock-out por la transición ofensiva blaugrana.
Ahora, después de las desaforadas llegadas a través de ataques vascos, en salida del Barça, el Athletic optó muchos minutos con probar aquella marca individual en defensa organizada. Y ahí, en ese momento justo, es donde aparece Gerard Piqué. Aquel líbero, también de antaño, que salía a jugar hasta 3/4 de campo. Y como todos estaban pendientes de su pareja, Piqué aprovechaba ganándole el desborde a tal inocente punta, y cogía vuelo. Después, el tormento se desataba una vez que uno de los más atentos a la marca, se desprendían de ella por querer achicar ante el central. Pero lástima que, la presión era solo a las espaldas, porque ahí dio rienda suelta el patrón de juego que la comandaba Xavi e Iniesta, junto a los sorprendentes Busquets y Messi.


A partir de ahí, Marcelo ordenó a que un hombre de la línea de cuatro ofensiva se suelte hacia la presión de un central. Así quedaban los dos puntas versus los dos centrales. Lo que no estaba en el conocimiento del rosarino, era que el resultado fue una alternativa que Piqué hizo innegociable. Coger vuelo para el central es darle mucho. A parte que llegando hacia un panorama ya no tan cargado, por el desprendimiento de un hombre del mediocampo, hizo funcionar mucho mejor a nuestro viejo patrón de juego posicional. Ahí también llegó Montoya. El lateral que maneja un timing impresionante, y que lo veo cargado de condiciones incluso mejores que las de Alves de cara al futuro.

El caso es que Bielsa no permitió más castigo, y regresó al 4-1-4-1 sin el desprendimiento de nadie. El marcaje se convirtió en algo tedioso en aspectos de profundidad, pero Piqué no cambió en ningún aspecto, Iniesta tampoco jugando hombre a hombre, y Leo no dejó de desestabilizar un sistema que como utopía recorre los sueños del Loco.

La balanza resultó inclinadísima. Para nada igualada desde el plano táctico como lo había previsto. Suena a decepción, pero si analizamos los entornos de estos fantásticos entrenadores, no podemos evitar decir que Marcelo sueña con cada cosa relacionada a "la esencia que hizo nacer al fútbol".  Tenía precedentes que pudo haber hecho el encuentro más igualado -desde otros jugadores contextuales- pero optó por situaciones a las que el Athletic aun está verde.

Artículos relacionados:
La previa del Athletic-Barça : http://bit.ly/KSEyTR
Análisis del juego técnico y táctico vasco http://bit.ly/IQDM8P

Thursday, May 24, 2012

Morir en el intento


Marcelo se ha plantado a imponentes equipos que no los creíamos perder. Les gusta a muchos, es detestable para otros. La radicalidad del rosarino es dañina en algún tramo del camino, pero se admira su completa devoción a la esencia que hizo nacer al deporte rey. No tiene miedo a la muerte, por eso muchas cosas como su metodología defensiva, que es presionar hasta mitad de campo y luego aferrarse a una marca personal severa cuando roza las líneas de cal del área suya, terminan siendo algo tan simple de explicar como cualquier estrategia de deporte. (Análisis táctico breve del Athletic)

La noche del sábado 31 de marzo no se olvidará, o al menos para los que llevamos imaginando la final de Copa hace semanas. Ese día Bielsa dio el primer aviso. No darán minuto de respiro al apoyo. Y contará con el mejor recurso que ha tenido en toda su etapa como entrenador.

En todos los minutos de aquel encuentro, el Barça sufrió porque encontrar desmarques y paredes era complicadísimo. Pero la mayor advertencia se dio a los 60', cuando el gigante de metro noventa y pico se plantó en el sector de los centrales. Lo destacan por su juego aéreo sin duda, pero tres cuartos de sus acciones han sido parte de elaboración ofensiva en campo rival a través de su recepción de espaldas.

Y es que sería acorde descifrar cómo contrarrestar las ventajas por parte del Athletic. Los vascos presionando numéricamente a ritmo tedioso, lo más probable es que nos hagan sufrir, más aun cuando Xavi no resucita -o al menos sigue sin confirmarlo-. Segundo, que tras el complicado método defensivo vasco, podría aparecer el futbolista que se adapta a este tipo de contexto. Y tercero, en ataque, bajo las recepciones intratables de Fernando, la pregunta más obstinada sería si Pep confía plenamente en su presión, o da cabida a otro tipo de plan mucho más cauto. Hay que tener en cuenta que si se apuesta por presión, la efectividad tendrá que ser el doble de lo que se acostumbra, ya que si falla, nos veremos obligados a ver casi todo el Athletic encima nuestro, triangulando -cosa que para ellos también no es tan fácil debido a sus carencias técnicas-. Y si se apuesta por lo contrario, las segundas acciones de Muniain suelen ver receptores rápido y propiciar estragos.

Ante eso Pep enfrenta su último reto dirigiendo al club que lo hizo grande. Es sin ninguna duda el motivo más impresionante para ver la última "Guardiolada" -si es necesario ver, claro- , el viernes por la noche. La balanza está igualada tácticamente. Parar a Llorente es un objetivo complicado, y arriesgar no admitiéndolo, hacer caso al bielsismo. Necesariamente se tendrá que pasar por riesgos. ¿Quién morirá en el intento?

Sunday, May 6, 2012

Ganar con estilo


Periodistas decantados. Portadas que se deshacen en elogios. El día de Pep Guardiola. Su despedida. El homenaje. Últimos 90 minutos en el estadio que lo hizo campeón. Cada frase que suelta algún comentarista deportivo, siempre tiene al final un "con 13 títulos se marcha".
Todos compartiendo ese detalle en nuestras palabras, aunque tapándonos los ojos completamente. Hay que rebobinar para creerle. El desgaste es posible.

Marcelo Bielsa se marchó de Argentina después de 6 años. Fue por cansancio, e hizo lo mismo que Pep: imponer el estilo, no ganar, si no dejar huella. Ojo, si no hubiera fallado el penal Heinze en la final de la Copa América los títulos de Argentina hubieran sido dos, y quién sabe, Bielsa un poco más valorado.

Los títulos han sido objetivos cumplidos, pero el verdadero éxito es el estilo que ha logrado trascender en el mundo entero. Muchos dirán que apreciar solo el proceso tampoco es la cuestión. Pero no se trata de eso, sino de comprender que Pep desde su apuesta por la posesión de la pelota logró que el más antiguo estilo de fútbol resurja donde lo daban por muerto.

Dijo en su primera rueda de prensa: "No puedo ganar sin el estilo que siento". Si ganar es el objetivo, el estilo es la prioridad, y esa prioridad ha hecho ganarse en los ojos del mundo el elogio a tales Guardioladas como la hemos llamado miles de veces. Cuando la suerte, que es un factor, se convierte en esa delgada línea que separa el éxito del fracaso, el título no importa. Importa el estilo, el cómo has intentado salir adelante...



"Gracias a la vida por hacerme este regalo. Yo he sido un privilegiado igual que vosotros pero un poco más cerca de estos fantásticos jugadores. No sabéis el cariño que me llevo. Sentirse así de querido durante 4 y 5 años...no sabéis la felicidad que me llevo. Gracias a todos. Sobre todo a los más cercanos que han trabajado para que pudieráis pasar un buen rato viendo futbol cada día. Os hemos sentido muy cerca. Que sepáis que os echaré mucho de menos. El que más pierdo en todo esto soy yo. Pero os dejo en las mejores manos. El cinturón apretaba mucho y yo me lo descuelgo pero vosotros no hace falta que lo hagáis. Esto tendrá larga vida. Hasta pronto. No me perderéis nunca" 

Pep

GRACIÈS