Monday, August 20, 2012

No fue cualquier noche


El cuerpo técnico se vio con muchas obligaciones esta temporada. Curar heridas básicamente. Xavi, la principal de todas. La pasada campaña no terminó como lo hubiera deseado, y era comprensible. El problema no radicaba en sus pies, si no en su cabeza. Fatiga física y psicológica.
Dentro de ese difícil contexto, Pep sometió al equipo al 3-4-3 rearmando y ajustando situaciones que por primera vez el Camp Nou visionaba. Al problema le acompañó la recuperación de Messi en los meses de enero-febrero. Y así pues, un Cesc Fábregas que arribó cuando el caos azotaba los planes previos.

Ahora Tito tenía el timón, y dio la talla. Administró excelente. Entre tantas cosas, recuperar a Xavi fue una prioridad. Proteger a Leo una garantía. Y consecuentemente podía tener el gusto de regresar a Cesc a su labor natural, o "ficharlo de nuevo".

Philippe Montanier dirigió un partido descontrolado por él mismo. El Barça presentaba un sistema desalentador para el rival. Y lo más estimulante comenzó por ver a Messi, Cesc y Xavi en zona de mediapuntas, donde su objetivo fue batir línea, y de la mano de los apoyos por los costados y las salidas de presión contrarias se logró crear pasillos que mágicamente llegó gracias a los tres azulgranas.
Uno de los aspectos importantes también fue la presión. El conjunto culé acosó a la Real tras salida limpia, y quitó muchos balones en el mediocampo. Incluso cuando hubo un balón muerto, no permitió la recuperación inmediata rival y trató de llegar lo más profundo y rápido al área contraria, creando así un ataque posicional desde los 3/4 de campo.

Las circunstancias ya eran completamente abrumadoras, pero en el segundo tiempo Philippe mató a su propio equipo mandando a presionar nuestras salidas. El hecho fue que provocaron grandes minutos de un total patio de colegio, y los culés que habían brillado en la primera parte, no dejaron de hacerlo en la segunda, pero cayeron a un segundo plano para hacer ver un transición realmente colosal.

Al 5-1 la terminó por sentenciar las fantásticas sensaciones de David Villa, y la confortante noticia de Alex Song.

No fue cualquier noche.

No comments: